Texto y fotos: Andrea Jiménez
Naomi Nicole, una mujer trans de 26 años conocida como “La Soñaré”, fue asesinada en la madrugada del martes en Colonia Guerrero, Ciudad de México. A las as 4.00 de la madrugada se escucharon unos disparos y testigas vieron cómo dos funcionarios de Secretaría de Defensa Nacional (SEDENA) huían del lugar. Cuando escucharon los tiros, sus compañeras llamaron a la policía. Pero los servicios de ambulancia no llegaron a tiempo. Naomi yacía muerta frente al número 94 de la calle Estrella con un tiro en la cabeza.
Los presuntos homicidas, ambos militares, fueron arrestados cuando su vehículo se estrelló en la glorieta de La Palma, entre el Paseo de la Reforma y la calle Río Rhin.
Kenya Cuevas, directora de la organización trans Casa de Muñecas Tiresias, y defensora de los derechos humanos, está dándole seguimiento al caso, según informó a Presentes. “Me puse en contacto con la Fiscalía y me hice cargo del cuerpo”, dijo a Presentes. De momento, la activista consiguió que la Fiscalía General de Justicia de Ciudad de México se comprometiera a investigar el asesinato con un protocolo de género. En un comunicado publicado el domingo 29, la Fiscalía anunció:
“Luego de que un juez de control vinculó a proceso a dos hombres por su probable responsabilidad en la muerte de una persona transexual y se fijaron tres meses de investigación complementaria, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) buscará durante ese período que se reclasifique el transfeminicidio.
Durante la etapa de investigación referida se recabarán datos de prueba con la activación del protocolo de feminicidio para solicitar, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 141 del Código Nacional de Procedimientos Penales, la reclasificación como homicidio por orientación de género.
Se solicitará, además, el apoyo de organizaciones expertas en la materia y se tomará como parámetro de actuación la recomendación 02/2019, emitida por la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México.”
La despedida
El miércoles Naomi fue despedida a luz de las velas y entre flores en los Velatorios García, en la colonia Algarín. El improvisado funeral, al que asistió una decena de personas, empezó a las 11 de la noche y se alargó hasta esta mañana.
Abandono y migraciones
“Mi pobre hijo, estoy destrozada. Me hubiera encantado decirle por última vez que siempre lo quise”, dice a Presentes la madre de Naomi, que no ha dormido desde que recibió la noticia.
Naomi tenía 26 años y era trabajadora sexual. Se fue de su casa con 18 años para buscar a su padre. “Su padre abandonó a la familia y jamás se preocupó por sus hijos. Era uno de esos tipos. Nosotros somos de rancho, en la ciudad es diferente, acá en el campo no es lo mismo, no podía ser quien quería ser. Solíamos hablar por teléfono de vez en cuando. Me decía que estaba bien y que no me preocupara. Él siempre fue una buena persona, trabajadora, nos ayudaba en el campo. Un chico muy risueño”, agregó la madre de la víctima.
Tras la indiferencia de su padre, Naomi decidió buscarse la vida en la Ciudad de México.
El miércoles, el cuerpo de Naomi, acompañado por varias voluntarias de Casa de Muñecas Tiresias, incluyendo su directora, salió rumbo al municipio de Las Choapas, en Veracruz, de donde la víctima era originaria, y donde su familia le dio entierro por la noche. “Si no hubiera sido por Kenya yo no me habría enterado, y el cuerpo de mi hijo habría quedado ahí tirado en la calle. Ahora sólo quiero se haga justicia”, agregó la madre.
Cuevas se muestra más decidida y esperanzada que nunca para luchar por hacer justicia para esta compañera. “Desde Casa de las Muñecas vamos a seguir trabajando para que este crimen de odio no quede impune, como cada uno de transfeminicidios perpetuados en México”, dijo.