2019 ha sido un año complicado para la prevención, atención y control del VIH/Sida en México, dicen desde las organizaciones. A los nuevos casos diagnosticados, se le sumaron el retraso y la confusión en torno a la publicación de la Convocatoria para la entrega de los subsidios a Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) dedicadas a la prevención y diagnóstico de VIH/Sida. Durante 2019, varias personas señalaron que el nuevo mecanismo de licitación para la compra de fármacos por parte del gobierno de México ha generado desabastecimiento de tratamientos retrovirales.
A pesar de que la atención y los medicamentos son gratuitos en algunas de las dependencias de la Secretaría de Salud a nivel federal, estos cambios están afectando las acciones que las OSC ofrecían en materia de prevención y atención en campo de forma complementaria a las dependencias de salud, tal como señala la Red Mexicana de personas que viven con VIH.
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La Red Mexicana es una de las aproximadamente cien organizaciones de la sociedad civil que habían accedido al financiamiento de la convocatoria pasada para la implementación de estrategias de prevención focalizada del VIH y otras Infecciones de Transmisión Sexual (ITS). Sin embargo, en la presente coyuntura la Red resiente el mandato del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien anunció que no se transferirían recursos a organizaciones sociales sino directamente a beneficiarios como estrategia para erradicar el mal manejo de fondos de algunas organizaciones. Esto implica que los 110 millones de pesos que los diputados asignaron a este rubro no serán repartidos entre las OSC sino destinados a fortalecer las instituciones de salud pública del gobierno en turno, señala Javier Martínez, “no confían en las OSC”.
¿Qué problemas genera este giro en materia de recursos? Para las OSC, desfavorece a las poblaciones más vulnerables que viven con VIH/Sida: mujeres trans, trabajadoras sexuales, personas usuarias de drogas inyectables y personas privadas de la libertad. Porque el trabajo de las OSC es complementario al de las dependencias de salud pública.
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Andrea Luna es promotora, defensora e impulsora de los derechos humanos de los hombres, las mujeres trans y las personas que viven con VIH, representante del Colectivo trans por la libertad de ser y decidir. Esta agrupación se dedica desde hace 9 años a la prevención de VIH y Sida en la Ciudad de México y en algunos Estados. “Somos mujeres trans de las mismas que trabajan en los puntos, de las mismas que ejercen el trabajo sexual, de las mismas que están en las estéticas. A veces tenemos financiamiento y otros lo hacemos por labor social. No recibimos ningún pago, solo pedimos a las dependencias de gobierno trípticos y a la Clínica Condesa condones, las pruebas duales, de VIH, de sífilis y pruebas rápidas porque hacemos recorridos de detección donde realizamos pruebas a la comunidad trans que ejerce trabajo sexual y está en las estéticas”, dice Andrea a Presentes.
Aunque consideran que es prioridad del gobierno atender a esto, siguen con todas las acciones posibles. “Seguimos haciendo jornadas de prevención, recorridos , talleres. Y gracias a que tenemos una muy buena relación con la Clínica Condesa, donde nos dan condones, lubricantes, trípticos. Hay otras organizaciones o fundaciones que también nos apoyan pero realmente del gobierno no hemos tenido apoyo para continuar nuestro labor.”
Uno de los proyectos de este colectivo en la ciudad es en la Alcaldía de Iztapalapa: la que tiene el índice más alto de personas que viven con VIH. “En todos los centros que hay en Iztapalapa se está ya capacitando a las personas y se está promoviendo el tema del VIH, las identidades de géneros, los derechos sexuales y reproductivos de los jóvenes y los adolescentes, y detección oportuna de VIH.”
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Más de 8700 casos nuevos diagnosticados en México
México llega al Día Mundial de Lucha Contra el Sida 2019 con un total de 8,757 nuevos casos diagnosticados de VIH y 5,119 de Sida notificados. Es decir, un total de 13,876 nuevos casos para este año según el Sistema de Vigilancia Epidemiológica de VIH/SIDA a noviembre de 2019. Estas cifras forman parte del total de 210,104 casos notificados a lo largo de toda la República en los últimos 36 años. Las cifras de 2019 perfilan menores (si bien el registro tomó hasta el 11 de noviembre) a las de 2018, cuando se registraron 10.787 nuevos casos diagnosticados de VIH y 6396 de Sida notificados.
Los datos de la Secretaría de Salud señalan que México la infección por VIH tiene una prevalencia estimada de 0.23% en la población de 15 a 49 años. Cifra que se considera estable y concentrada aunque aumente en subgrupos poblacionales como las mujeres trans, los hombres que tienen sexo con hombres, las personas que ejercen el trabajo sexual, usuarios y usuarias de drogas inyectables y personas privadas de la libertad.
Las dificultades para llegar a estas poblaciones tienen que ver con el estigma, la discriminación y la falta de acceso a los servicios de salud, como señala Javier Martínez Vadillo de la Red Mexicana de personas que viven con VIH en la Ciudad de México.
Uno de los problemas que tienen estos grupos vulnerables para acceder al sistema de salud pública es el estigma y la discriminación, algo que la Red Mexicana viene trabajando desde hace 23 años. La red lamenta el giro que ha dado el actual gobierno en cuanto a estrategia de prevención, atención y control del VIH/Sida.
La discriminación detrás de la bata blanca
“Aquí en México somos las Organizaciones de la Sociedad Civil quienes empezamos a enseñarles cómo trabajar a las instituciones de salud, cómo hacer respetar los derechos humanos a médicos, enfermeros y profesionales de la salud. Porque carecían de información de cómo atender a una mujer lesbiana cis, a una mujer trans o a un chavo gay o bisexual, a un chavo trans. Entonces observamos que el estigma y la discriminación también está tras las batas blancas y las cofias de los laboratoristas”, dice Javier Martinez Vadillo, técnico en salud comunitaria en la Red Mexicana de personas que viven con VIH en la Ciudad de México. Hace 27 años que Javier como activista LGBTTTI+ y profesional de la salud trabaja en la lucha contra el SIDA.
Martínez Vadillo afirma: “No podemos salir a la calle porque ya no nos están dando tantos condones. Y las y los voluntarios no tienen ni para un pasaje de metro”. Esto afecta al compromiso de México de cumplir con las metas “90 90 90: tratamiento para poner fin a la epidemia de sida”, uno de los objetivos de ONUSIDA en materia de tratamiento del VIH. Es decir, el compromiso de que el 90% de la población que vive con VIH debe ser diagnosticada, 90% de esta población diagnosticada debe de ser atendida con tratamiento, 90% de esta población debe de ser indetectable.
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“Yo lo veo como un fracaso y lo tenemos que asumir también la OSC. Nos dormimos en nuestros laureles, nos sentimos en un lugar muy cómodo, no nos movimos. Esto nos está despertando y hemos decidido trabajar bien aunque sea poco. Llegar a donde podamos llegar. Algunas organizaciones probablemente vayan a desaparecer. Porque solamente sobrevivían a partir de este trabajado coordinado con el CONASIDA que es el órgano oficial de la República Mexicana. Y que hoy es un órgano endeble, que no esta dando repuestas”, señaló el experto.